Semana santa 2014
Ovación para el Cristo triunfal
Muchos capirotes y pocos fieles durante la emulación de la entrada de Jesús a Jerusalén por el barrio de Sant Jaume
Aitor F. Vallespir La imagen de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén fue lo más esperado durante la primera procesión de la Semana Santa. A las 20.35 horas salió el paso de la iglesia de Sant Jaume, portado por la Real y Venerable Cofradía de Santiago. Recibió una sentida ovación de los fieles congregados junto al portal, antes de comenzar la marcha. Iluminado por unos pequeños focos y con ramas de olivo sobre el paso, el Cristo que saluda con la mano derecha recorrió las calles del barrio durante una hora y media para el gozo de los feligreses.
La procesión arrancó a las 18 horas. En ella participaron las 33 cofradías palmesanas junto a sus bandas de música. Como cada año, contaron con otras tres agrupaciones invitadas: la de Pòrtol, la de Can Pastilla y la de s´Arenal. Todas ellas portaron ramos o palmas. También estuvieron la policía montada y los tamborileros de Cort, que abrieron la procesión.
El arranque de la marcha dominical pecó de un exceso de pausas. Cuando los primeros cofrades estaban a punto de llegar al convento de la Concepció, todo el desfile se detuvo. Las separaciones entre nazarenos eran tan grandes que la cabeza de la procesión estuvo quieta durante veinte minutos a la espera de que el resto se agrupase.
Solo 3 de las 36 hermandades portaron pasos. Además del Jesús triunfal que cerró la procesión, la Cofradía de Santa Mònica llevó el Cristo del Amparo camino de Getsemaní, mientras que los miembros de Nuestro Padre Jesús del Buen Perdón condujeron la imagen que da nombre a su congregación.
El buen tiempo acompañó el desfile, aunque aun así no reunió numerosos fieles. Los nazarenos coparon las calles cercanas a la sacristía desde media tarde. En el tramo sur de la angosta calle de Sant Jaume, hubo toda la gente que pudo entrar. Pegados a la pared o a los portales, cedían el paso a los capirotes. En la plaza de las Tortugues, el Born y Jaume III se vieron muchas familias. También hicieron acto de presencia varios miembros destacados del PP, como Aina Maria Aguiló o Maria Salom, entre otros.
Pero en el resto del recorrido el público fue más bien escaso. Muchos repitieron la costumbre de bajar sillas de casa para contemplar más relajadamente la comitiva de penitentes. En Jaume III incluso utilizaron el mobiliario urbano y los grandes maceteros se convirtieron en asientos.
Los negocios de la zona aprovecharon el tirón y se llenaron. No solo el tradicional Can Joan de s´Aigo, sino también las hamburgueserías y el resto de bares elevaron la recaudación.
Pasadas las 22 horas el Cristo llegó a la Ciudad Santa, simbolizada en el convento de la Concepció. Varias voluntarias se afanaron en barrer y limpiar los dos templos para que estuvieran listos e impolutos para las misas de hoy.
Diario de Mallorca.
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