miércoles, marzo 23, 2016

Martes Santo 2016


La Dolorosa ya vela a su hijo en la cruz
Más nazarenos que público celebran el Martes Santo en una de las procesiones más simbólicas y sentidas de Palma


AITOR F. VALLESPIR PALMA

La Virgen Dolorosa llegó ayer a su triste destino en la iglesia de la Anunciació tras casi tres horas de procesión por los barrios del centro histórico de Palma. Allí velará a su hijo, ya crucificado, que hoy bajará de la cruz para ser venerado y que mañana saldrá del templo durante la gran procesión del Jueves Santo.

Sin lluvia ni un ambiente excesivamente frío, desconcertó que hubiera más penitentes que público en la marcha que marca el ecuador de la Semana Santa.

La procesión del traslado comenzó puntual a las 21 horas. En ella tomaron la salida 24 cofradías de Palma. Los nazarenos partieron justo después de que desplazaran el paso de la Virgen Dolorosa, obra del escultor mallorquín Guillem Galmés, a los exteriores del templo de Sant Nicolau con los acordes del himno de España de fondo.

Con claveles y lirios blancos, la talla comenzó a moverse a las 22.15 horas y cerró la comitiva. Fue portada sobre ruedas por la agrupación anfitriona, la Real Cofradía de Penitentes de la Virgen Dolorosa, que fue fundada en 1910 y es la segunda más antigua de las que hay en Palma.

Además del simbolismo del traslado de María a los pies de Jesús, la procesión dejó muchas estampas de sentimiento y recogimiento.

La plaza de Frederic Chopin, lugar de inicio, fue el punto con más asistentes. En las terrazas de las Tortugas o de Bonaire, hubo privilegiados que vieron a los cofrades sentados y calentitos. Los bancos del Born también eran cómodos para ver el desfile.

Aparte de la Virgen, hubo otros dos pasos. El Cristo de las Siete Palabras de la Cofradía de Santiago tuvo problemas con el arbolado –que el Ayuntamiento no podó correctamente– y se chocó con las ramas sin sufrir incidentes. El paso del Jesús Humillado de la cofradía de la Creu de Calatrava, engalanado con flores blancas y liláceas, precedió a la Dolorosa.

Durante la noche de ayer, muchos nazarenos se tomaron un descanso. Aparte de que faltaron nueve cofradías –algunas tradicionalmente nunca asisten al desfile del Martes Santo–, otras llevaron representaciones muy testimoniales. La más pequeña fue la de Sant Jeroni, con solo cuatro nazarenos, cuyas cadenas apenas se oían. Tras irse a dormir tarde el lunes, la cofradía del Cristo de la Agonía llevó a cinco penitentes, el mismo número de integrantes de la banda de música que acompañaba a la hermandad de Simón Cirineo. La Santa Creu se reservó para hoy y fue representada por diez cofrades, solo uno menos que los del Buen Perdón. Muy diferente de la estampa de la cofradía de Santiago que, junto a los anfitriones, fue la más numerosa de la noche.

Por culpa de las pausas, los Tamborers de la Sala dejaron de tocar en más de una ocasión. En la calle del Bisbe Campins algunos de ellos bostezaban mientras solo se oían los chasquidos de los mecheros, tratando de encender en vano los cirios apagados. Pasada la medianoche llegó la Virgen hasta la Sang y finalizó la procesión.




Diario de Mallorca.

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