La procesión de Viernes Santo
más rápida de los últimos 20 años
El Sant Enterrament se celebró a las 00.50 de
la noche gracias a la buena organización de las cofradías con el uso de
‘pinganillos’ para comunicarse
La procesión de Viernes Santo batió las marcas horarias de los últimos 20 años
y el Sant Enterrament en la iglesia del Socors se celebró a las 00.50 de la
madrugada del sábado. La procesión, presidida por Agustín Cortés,
vicepresidente de la Cruz de Calatrava, fue muy rápida y ágil, pese a que el
paso de la cofradía no salió hasta pasadas las 23.30 de la plaza de Sant
Francesc. La buena organización por parte de la junta de las cofradías permitió
que se imprimiera un buen ritmo a la marcha religiosa e hizo que el paso del
Sant Enterrament realizara el recorrido desde Sant Francesc hasta el Socors en
algo menos de hora y media.
A ello ayudaron varios factores y uno fue que los miembros de la
junta se comunicaran entre ellos por ‘pinganillos’ para tratar de evitar
fracturas en la marcha, según explicó Josep Serra, presidente de la cofradía de
la Cruz de Calatrava, organizadora de la procesión de Viernes Santo.
Un paso menos
Un paso menos
Otro de los factores que ayudó a dar agilidad a la procesión del
Sant Enterrament fue que uno de los pasos portados por costaleros, el de la
cofradía del Cristo de la Agonía, no desfiló en la procesión de Viernes Santo
ya que no había costaleros suficientes para cubrir todo el recorrido de la
procesión sin provocar cortes de importancia en la marcha. Josep Serra valoró
la «responsabilidad» con la que actuó el presidente del Cristo de la Agonía,
Ricardo Pomar.
Serra quiso recalcar la excelente organización, que permitió que
el Sant Enterrament tuviera lugar a una hora razonable, en una iglesia del
Socors abarrotada de fieles que no quisieron perderse uno de los momentos de
más emoción de la Semana Santa palmesana.
El silencio de la procesión del
Sant Enterrament llena el centro histórico
Nekane Domblás | Palma
| 30/03/2013
Hubo que esperar hasta pasadas las once y media de la noche para poder ver cómo
el paso del Sant Enterrament salía de la iglesia de Sant Francesc, pero para
los numerosos fieles que se acercaron hasta esta céntrica plaza de Palma valió
la pena. La procesión del Sant Enterrament, como la del Crist de la Sang el día
de Jueves Santo, marca un hito en la Semana Santa palmesana y de ahí que sea
una de las que congrega más fieles a su paso. Ayer fueron más de 3.000 los
penitentes que desfilaron, algo menos que en la del día anterior.
A las 19.30 de la tarde salían los primeros pasos de la iglesia
de Sant Francesc y hubo que esperar más de tres hora para que el último paso
abandonara la iglesia. Hasta la iglesia de Socors, las 32 cofradías con sus
respectivos pasos hicieron su recorrido por las calles Convent de Sant
Francesc, Plaça de Santa Eulàlia, Cadena, Plaça de Cort, Colom, Bosseria,
Galera, Cordera, Quartera, Esparteria, Mercadal, Ferreria, Porta de Sant Antoni
y Socors.
Recorrido tradicional
Por segundo año consecutivo, la procesión recuperó el recorrido
tradicional por las calles del centro histórico de Palma, lo que le dio una
enorme vistosidad. Por lo que respecta al orden de desfile de las cofradías, se
combinó la antigüedad de la con la cronología del vía crucis de Jesucristo
representado en los pasos de las distintas cofradías. Este podría ser el último
año que sucede ya que asociación de cofradías estudia que el año que viene se
recupere al orden en función de la antigüedad.
Los penitentes acusaron el cansancio de la procesión del día
anterior, especialmente por lo que respecta a los dos pasos portados por
costaleros, el de Nostra Senyora de la Esperança y el de Nostra Senyora de la
Salut que, como viene siendo habitual, ‘bailaron’ en la Plaça de Sant Francesc
antes de que comenzara la manifestación religiosa. Durante todo el recorrido,
estos dos pasos fueron los más aplaudidos por el numeroso público que se
concentró a lo largo del recorrido. Las calles, sin embargo, fueron vaciándose
conforme transcurría la noche ya que, como viene siendo habitual en los últimos
años, la imagen del Cristo, una talla del siglo XVI, no llegó al Socors hasta
pasadas la 1.30 de la madrugada.
‘Pinganillo’
A pesar de los intentos de las cofradías para que el entierro se
celebre antes de las 12.00 de la noches, es decir, todavía en Viernes Santo,
tampoco este año fue posible. Siete miembros de la junta llevaban ‘pinganillos’
para comunicarse entre ellos, tratar de dar continuidad a la procesión y evitar
que se fragmentaran. La procesión del Sant Enterrament está organizada por la
cofradía de la Cruz de Calatrava, junto con la de la Sang, son las dos más
antiguas de las que desfilan en Palma.
A pesar de que la voluntad era tratar de agilizar al máximo el
recorrido, la realidad es que hubo que esperar hasta la madrugada para ver cómo
se abría el sepulcro en la iglesia del Socors y se depositaba al Cristo. Los
hermanos de la cofradía de la Calatrava transportaron al Cristo en medio de un
silencio absoluto, a pesar de que la iglesia estaba abarrotada de fieles que no
quisieron perderse uno de los momentos clave de la Semana Santa, el que
representa el entierro de Jesucristo tras su muerte en la cruz.
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