miércoles, marzo 27, 2013


Un via crucis para unirlos a todos

Vecinos de varias nacionalidades de los barrios de Son Gotleu y la Soledat Nord celebran su primera procesión fuera del programa oficial de la Semana Santa



 Cristo fue condenado a la muerte en la iglesia de Sant Josep Obrer y fue enterrado en la del Corpus Christi. Así lo escenificaron ayer los parroquianos de los barrios palmesanos de Son Gotleu y la Soledat Nord, que se unieron ayer para realizar un via crucis teatralizado del calvario de Jesús.
Era la primera vez que el barrio tenía una procesión propia, que estuvo fuera del programa oficial. Además de la austeridad, la participación y la originalidad, lo que marcó el evento fue la multiculturalidad. Asistieron unos 150 feligreses de las diferentes nacionalidades que van al culto católico en los barrios de Llevant. "Por eso hemos leído los textos en castellano, para que todos los entiendan", explicó el rector de ambas parroquias, Pere Oliver.
A las 20 horas se inició el recorrido junto a la iglesia de Sant Josep Obrer pese a la lluvia –"una bendición en forma de agua", dijo el párroco–. Rodeados de paraguas, varios hombres portaron inclinada una ligera cruz de Taizé –muy austera y del grosor de un tablero de madera–. La marcha discurrió por calles secundarias.
Durante el recorrido se realizaron siete paradas. En cada una se representó, gracias a un altavoz y un micrófono subidos a una carretilla, un episodio de la muerte de Jesús. Fueron la condena, las caídas –un momento muy gráfico, ya que apedrearon la cruz con bolas de papel de periódico–, la carga de la cruz, su encuentro con las mujeres, la pérdida de las vestiduras y el momento de ser clavado en la cruz, la muerte y la sepultura.
El entierro simbólico tuvo lugar en la iglesia del Corpus Christi, una hora después del inicio del acto. Allí se realizó una lectura para incitar a la reflexión. Algunos feligreses se quedaron a contemplar y adorar a Jesús en la cruz.
La mayoría de los textos que se narraron en voz alta durante el via crucis trataron de la necesidad de ayudar a los vecinos. El rector Pere Oliver destacó la necesidad de "estar más presente en el barrio". "No hay que pedirle a la gente que venga, sino que nosotros tenemos que salir a la calle", agregó el cura.
De momento su iniciativa participativa está teniendo éxito entre los fieles. Numerosos curiosos se asomaron a los balcones para ver la procesión y algunos se sumaron al via crucis.
DIARIO DE MALLORCA.

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