Confluencia de nazarenos en las calles de Canamunt
Dos de las procesiones de ayer, la Esperanza y el Cristo de la Agonía, transcurren por vías muy próximas y coinciden en Santa Eulàlia
Raquel Galán. Palma El Lunes Santo saca a la calle a los nazarenos de seis procesiones y dos de ellas transcurren por vías tan próximas de Canamunt que, conociendo el trazado urbano, los asistentes pueden contemplar ambas yendo de una a otra, de la Esperanza al Santo Cristo de la Agonía. La primera comenzó con un ligero retraso, pero la espera sirvió para que los congregados en la plaza Sant Francesc, desde cuya basílica partió la cofradía, pudiesen fotografiar con calma el paso de la Virgen. Los primeros penitentes procesionaron bajo las instrucciones de "tira, tira, no heu de córrer, més separats, no tan junts", mientras que los nazarenos de la procesión de la Agonía, que sale del convento de Santa Clara, siguieron los pasos marcados por los Tamborers de la Sala de Cort, que este año procesionan todos los días. Tras ellos, la cofradía que encabezaba la comitiva era la del Silencio de Montesión, seguida por Nuestra Señora del Remedio del Molinar y Sant Jeroni, donde algunos penitentes caminaban descalzos.
Coincidieron en la plaza Santa Eulàlia con la Esperanza, aunque quienes partieron de la basílica gótica realizaron un recorrido mucho más amplio hacia Cort y el barrio de sa Gerreria para volver a la iglesia más de una hora después. En cambio, el desfile que salió por la callejuela de Santa Clara y llegó al templo de Montesión fue más ágil, a pesar de que hubo que esperar para contemplar los pasos de La Verónica, de la Santa Faz, y el Santo Cristo de la Agonía, cubierto de claveles rojos. Como cada año, el momento más tenso fue cuando los costaleros tuvieron que sacarlo del pórtico del siglo XIII, ya que es muy estrecho para las dimensiones de la escultura. Tras conseguirlo, recibieron los aplausos de los congregados y la agrupación musical comenzó a tocar el himno de España.
Un poco más lejos, aunque también en el casco antiguo, tenía lugar la procesión de Jesús del Buen Perdón, que partió de otro de los conventos de Ciutat, el de la Concepció, y recorrió el barrio de Sant Jaume. En los alrededores del Olivar se celebró la procesión de la Oración, mientras los barrios marineros del Puig de Sant Pere y Santa Catalina también tuvieron su particular Lunes Santo.
DIARIO DE MALLORCA.
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